Caieiras (Jueves, 07-07-2011, Gaudium Press) El día sábado 2 de julio, en la parroquia Nuestra Señora del Rosario de Fátima, en Caieiras, estado de San Pablo, Brasil, fueron ordenados 9 sacerdotes de la Sociedad Clerical de Vida Apostólica ‘Virgo Flos Carmeli’, de los Heraldos del Evangelio.

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Mons. Benedicto Beni dos Santos

El obispo ordenante, Mons. Benedicto Beni dos Santos, obispo de Lorena -ciudad ubicada en el estado de San Pablo, Brasil- es también miembro de la Comisión de doctrina de la Conferencia Nacional de Obispos del Brasil (CNBB) y Supervisor General de Estudios de los Heraldos del Evangelio. Entre otras importantes misiones desarrolladas durante su ministerio episcopal, están la de haber sido delegado de la CNBB a la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Aparecida, Brasil, en el 2007; y la de haber participado como padre sinodal, por elección del Papa Benedicto XVI, en la 2da. Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos, en Roma, en octubre del 2009.

Los nuevos sacerdotes, que desarrollarán su ministerio en diversos lugares de todo el orbe, son originarios de Brasil (3), Colombia (3), España (1), Costa Rica (1) y Chile (1).

La ceremonia fue concelebrada por Mons. João Scognamiglio Clá Dias, Superior General de la Sociedad Clerical de Vida Apostólica ‘Virgo Flos Carmeli’ y Canónigo Honorario de la Basílica Papal de Santa María la Mayor; Mons. Rafael Ibarguren Schindler E.P., Administrador Apostólico del Vicariato de San Miguel de Sucumbíos en Ecuador; el P. Joaquim Damásio Neto, Canciller de la diócesis de Asís en Brasil; el P. Manuel Herrada Montes, Párroco de Cantoria, en la diócesis de Almería, España; el P. José Roberto Tezende, y más de 50 sacerdotes.

Durante la homilía, Mons. Benedicto recordó la gran dignidad que comporta el ser elevado a la condición sacerdotal, y al mismo tiempo enunció las graves responsabilidades que ella trae.

20110702_Presbyteral_Ordination-631.jpegTrayendo a colación el texto del Evangelio de San Juan (Cap. 21) en el que Jesucristo -tras haberle preguntado si lo amaba- pide a San Pedro que apaciente sus ovejas, el obispo de Lorena afirmó que el presbítero debe tener muy presente que el rebaño confiado a su cuidado no es su rebaño, sino el rebaño de Jesucristo: “¡El rebaño es del Señor!”, expresó el prelado.

Esto significa que la principal misión del sacerdote es la de encaminar a los fieles hacia Jesucristo, cumpliendo a cabalidad su papel de difusor de la Palabra de Dios, de maestro de la doctrina cristiana, y de administrador de los sacramentos de Dios, particularmente de la eucaristía y la confesión.

Delegaciones de familiares de los ordenados participaron de la Eucaristía, e intervinieron en el emocionante momento en que retiraron las cintas blancas que envolvían las manos de los nuevos presbíteros, manos que de ahí en adelante serán los “instrumentos” sagrados con los que, actuando ‘in persona Christi Capitis’ ellos convertirán el pan y el vino en el Cuerpo y Sangre de Cristo.

20110702_Presbyteral_Ordination-411-150x150.jpgAl final de la ceremonia, y en nombre de los nuevos sacerdotes, el sacerdote español Ignacio Montojo E.P. agradeció a Mons. Benedicto la siempre disponible y valerosa orientación pastoral y doctrinal que, como “verdadero patriarca”, ha dado a la familia espiritual de los Heraldos del Evangelio.

El día anterior, viernes, en la misma parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, Mons. Benedicto había ordenado un grupo de diáconos también de la Sociedad Clerical de Vida Apostólica de Derecho Pontificio ‘Virgo Flos Carmeli’.