Siempre con la seriedad y gravedad que exige este solemne día, fueron realizados  los oficios de la pasión de Nuestro Señor Jesucristo, luego de los cuales fue realizado un Via Crucis por el jardín del las instalaciones de los Heraldos.

Los diferentes miembros de las órdenes I, II y III fueron turnándose para cargar la cruz y las andas de la imagen peregrina del Inmculado Corazón de María, así también como algunos amigos y vecinos que también participaron.

Con la disciplina y órden que caracteriza a los Heraldos del Evangelio, la Via Sacra transcurrió en un clima de mucho recogimiento y seriedad. Siendo ocación de muchísimas gracias para todos los que participaron.