Fiesta 8 de octubre

La Virgen del Buen Remedio está en Roma.
Se reza su novena por las necesidades económicas.
Las bolsitas en sus manos representan el auxilio material que la Virgen nos dá, en las necesidades.

Basílica de Nuestra Señora del Rosario, Seminario menor de los Heraldos del Evangelio en Caieiras, São Paulo, Brasil

Oh Reina del Cielo y de la Tierra, Santísima Virgen, nosotros te veneramos, Vos sois la Hija Bien Amada del Dios Altísimo, la Madre elegida por el Verbo Encarnado, la Inmaculada Esposa del Espíritu Santo, el Sagrado Vaso de la Altísima Trinidad. Oh Madre del Divino Redentor, que, bajo el titulo de Nuestra Señora del Buen Remedio vienes en ayuda de todos los que te llaman, extended a nosotros vuestra protección maternal. Dependemos de Vos, Oh querida Madre, como hijos sin ayuda y necesitados dependen de madre tierna y cuidadosa.

Ave María…

Nuestra Señora del Buen Remedio, fuente de ayuda inefable, permitid que podamos retirar de vuestro tesoro de gracias, en nuestro tiempo de necesidad, todo lo que necesitamos. Tocad los corazones de los pecadores, a fin de que puedan buscar la reconciliación y el perdón. Confortad a los afligidos y a los solitarios, ayudad a los pobres y a los que perdieron la esperanza; ayudad a los enfermos y a los que sufren. Puedan ellos ser curados del cuerpo y alma, y fortalecidos en espíritu para soportar sus sufrimientos con paciente resignación y fortaleza cristiana.

Ave María…

Querida Señora del Buen Remedio, fuente de ayuda infalible, vuestro Corazón compasivo conoce el remedio para toda aflicción y miseria que encontramos en la vida. Ayudadnos con vuestras oraciones e intersección a encontrar remedio para nuestros problemas y necesidades, especialmente para… (Colocar aquí la intención).

De Nuestra parte, Oh amorosa Madre, nosotros nos comprometemos a un estilo de vida más intensamente cristiano, a una observancia más cuidadosa de las leyes de Dios, a ser más conscientes en cumplir las obligaciones de nuestro estado de vida, y a esforzarnos para ser instrumentos de salvación en este mundo arruinado. Querida Señora del Buen Remedio, estéis siempre presente junto a nosotros, y a través de vuestra intersección, podamos gozar de salud de cuerpo, de paz de espíritu y crecer en la Fe y en el amor a vuestro Hijo Jesús.

Ave María…

Rogad por nosotros, Oh Madre del Buen Remedio. Para que podamos profundizar nuestra dedicación a vuestro Hijo, y reavivar en el mundo su Espíritu.