¡Salve María! En este final del año litúrgico la Iglesia nos invita a reflexionar sobre nuestro fin. Para esto les compartimos este pequeño poema del siglo de oro español:

¿Yo para qué nací? Para salvarme. 
Que tengo de morir es infalible. 
Dejar de ver a Dios y condenarme, 
Triste cosa será, pero posible. 
¿Posible? ¿Y río, y duermo, y quiero holgarme? 
¿Posible? ¿Y tengo amor a lo visible? 
¿Qué hago?, ¿en qué me ocupo?, ¿en qué me encanto?
Loco debo de ser, pues no soy santo.

FRAY PEDRO DE LOS REYES
(S. XVI)