Por las calles de León hubo una procesión con la Imagen Peregrina, pasando frente a la histórica Catedral, dirigiéndose al Colegio Tridentino San Ramón donde se realizó “Un Día con María”, contando con la presencia de participantes del apostolado del Oratorio procedentesde varias Parroquias. El rezo del Santo Rosario, las charlas de formación y un pintoresco teatro fueron seguidos con gran interés.
La misa de clausura fue celebrada en altar mayor de la Insigne Catedral y presidida por el Obispo Diocesano, Mons. César Bosco Vivas Robelo. Se entregaron 20 nuevos Oratorios que circularán por los hogares leoneses, además de las capas y guías.
Durante su homilía, Mons. César Bosco tuvo unas palabras de aliento para los misioneros:
“Se distinguen en las celebraciones litúrgicas, por su celo apostólico llevando el mensaje del Evangelio a todos los rincones del mundo, y particularmente por su ternura filial a María Santísima, y por esas razones mi criterio, es para mí mismo, es muy claro: los Heraldos son de Dios, los Heraldos son de Cristo, porque son de su Madre.
Queridos hermanos y hermanas, al acogerlos en esta catedral y al estar en nuestra Diócesis, les invito a que después de esta acción de gracias que prolongamos durante esta celebración litúrgica, pongamos también ante el altar de Dios, el altar de Cristo, nuestra más hondas y profundas necesidades, conscientes de que por la Virgen, nosotros vamos a ser escuchados por Jesús, su Hijo, con seguridad.
Cuando nosotros, nos dice San Bernardo, oramos solos, nuestra pobre condición pecadora no deja de acusarnos, por mucho que sea el honor que creemos que le damos a Jesús.
Pero cuando vamos con alegría, dice San Luis de Montfort, nos presentamos a Él revestidos con los méritos de Cristo y viéndonos en compañía de María, nuestra Madre, el Señor, por amor a Ella, mirará con benevolencia las ofrendas nuestras tan defectuosas y las purificará.
Ofrezcamos pues hoy nuestras peticiones por medio de María Santísima a Cristo Jesús, para que el Señor transforme nuestras tristezas en esperanza y en gozo, en profunda paz”.
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