¿Cómo confesarse bien?

Era un jueves soleado y húmedo en la capital paulistana, cerca de fin de año. La catedral abría sus puertas a los fieles muy temprano, como de costumbre. A las nueve se veía a algunos sacerdotes andando por los pasillos laterales del enorme edificio en dirección a los confesionarios, ante los cuales varios fieles ya […]